martes, 24 de noviembre de 2015

SOMOS CONFLUENCIA

Confluencia de Mujeres, para la acción pública, escenario de encuentro y articulación de mujeres organizadas y no organizadas a nivel nacional, realizo con éxito en la ciudad de Bogotá su Asamblea Nacional del 14 al 17 de noviembre del presente año bajo el lema, “Sin callar, juntas por la paz”. Entre sus múltiples logros, sin lugar a dudas,  lo más significativo, fue la acción de Cabildeo Nacional realizada  el 17 de noviembre: “Trayectoria de las mariposas contra las violencias de las entidades mañosas”, cuyo objetivo fue realizar  denuncia pública frente a los vacíos existentes en la ejecución de las medidas de protección y de atención contempladas en la Ley 1257 del 2008 y presentar, ante las autoridades competentes;  Ministerio de Salud y Protección Social, Procuraduría y Ministerio de Justicia, derechos de petición relacionados con esta realidad.
El fuerte aleteo de la marcha en la trayectoria de las mariposas se hizo sentir en la fría capital. Las mujeres participantes en su mayoría mujeres jóvenes, irreverentes organizadas, y bulliciosas lograron conformar un sólido grupo de más de ciento cincuenta mujeres de diversas regiones de la  realidad nacional, unidas y a una sola voz; Mujeres afro-descendientes, indígenas, rurales, urbanas, mestizas en un acto ejemplarizante de solidaridad y fraternidad en nombre de todas las mujeres víctimas de violencias y feminicidios, llenas de entusiasmo, fervor y ánimo en defensa de su causa, iniciaron su recorrido frente al Ministerio de Salud y Protección Social, para luego culminarlo, en la Plaza de las Mariposas en San Victorino en un acto cultural y lleno de de simbolismo, donde  la mística fue uno de sus símbolos más representativos de esta Confluencia de mujeres, quienes en conmemoración del 25 de noviembre día internacional en contra de la violencia  hacia las mujeres fueron las artífices y protagonistas de las acciones publicas llevadas a cabo el 17 de noviembre.   
Confluencia de mujeres, para la acción pública, en su campaña permanente por el derecho a Existir, Pensar y Decidir, no sólo defiende y trabaja por el derecho a una vida digna, con todo lo que esto implica: Trabajo, salud, empleo, paz, vivienda,  justicia social, exige al Estado garantías para vivir en el territorio sin temor ante el conflicto armado, social y político que históricamente ha soportado y sigue padeciendo el pueblo colombiano, sino que además lucha por la erradicación de cualquier manifestación de violencia en contra de las mujeres, donde ser mujer no sea sinónimo de vulnerabilidad, por eso el lema de este año 2015, “Sin callar, juntas por la paz”,  se constituyó en la bandera de lucha que ha logrado caminar por territorios urbanos y rurales.
Durante la travesía las mujeres participantes se movilizaron marchando en la búsqueda transformadora de éstas realidades muy marcadas en nuestro país; lanzaron consignas, arengas y entonaron canciones en las  que desafiaron el sistema capitalista patriarcal y las políticas inoperantes de la institucionalidad en materia de protección de los derechos humanos de las mujeres; el recorrido irradio sensibilidad y compromiso por la paz desde las voces de las mujeres.                       
Luego de dos años sin reunirse se experimentó en la Asamblea Nacional una dinámica más viva que nunca, el acontecer de mujeres construyendo tejido social con ideales y sueños más grandes que sus miedos al expresar con orgullo las banderas de luchas y resistencias que les ha caracterizado en estos siete años de existencia, un espacio incluyente donde las mujeres en su territorio y diversidad cultural, desde la construcción del movimiento popular de mujeres se conocen y reconocen como sujetas sociales y políticas capaces de trabajar con agendas propias y colectivas en  todas las regiones del país, haciendo resaltar la importancia de la acción pública, por medio de la cual se  pueda dar a conocer o visibilizar, las denuncias y se logren acabar los hábitos y prácticas que pretenden mantener la exclusión, opresión, discriminación, explotación y violencia que sufren  las mujeres en el panorama nacional para transformar esta realidad y lograr esos cambios estructurales que necesita con urgencia la sociedad colombiana.
Por: Patricia Romero Erimee
Confluencia  Atlantico.

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