domingo, 7 de octubre de 2012

MUJERES, PAZ Y AGENDA SOCIAL


Indudablemente son esperanzadores los anuncios de diálogos de paz entre el gobierno y la insurgencia. Son más de 4 las generaciones que han nacido en medio de un atroz y absurdo conflicto social y armado que ha teñido de sangre nuestra tierra generando sufrimiento, dolor y pérdida de millares de vidas humanas, incontables bienes materiales,  deterioro y arrasamiento de la madre naturaleza. 
Desde el escenario de Confluencia de Mujeres para la Acción Publica saludamos este nuevo intento de diálogos entre el gobierno y la insurgencia FARC-EP que el mundo será testigo este 8 de octubre y el inicio de acercamientos para la habilitación de una mesa de diálogos con el Ejercito de Liberación Nacional.  
Vivir en paz ha sido y sigue siendo el anhelo de millones de colombianos y colombianas a pesar de los intentos fallidos en este tortuoso proceso, la esperanza del pueblo colombiano es y sigue siendo vivir en una sociedad en paz donde la justicia, la equidad y el buen vivir sea el despertar para niños, niñas, jóvenes, mujeres, hombres y la diversidad sexual quienes a través de la vida han padecido en carne propia el sinsabor de la marginación, exclusión y las violencias.  
Para nosotras, en primer lugar,  la paz no puede verse por fuera de nuestra realidad cotidiana. Cada día en las ciudades, regiones y país crece el número de hombres y mujeres indignados e indignadas ante la insensibilidad y voracidad del capital por incrementar su renta en detrimento de la dignidad y los derechos de miles de seres humanos. 
En segundo lugar, si bien es importante el inicio de diálogos entre el gobierno y la insurgencia, no es suficiente para acabar con el conflicto, se requiere de cambios estructurales a nivel de lo político, social económico y cultural, entre otros temas el de la Tierra, el respeto por el Territorio, la defensa de nuestros recursos naturales, la Autonomía y derechos de las mujeres…, pero además se requiere de la participación activa del pueblo, de hombres y mujeres  en la que sus voces sean escuchadas para avanzar en la solución  a los problemas que a diario nos aquejan y de manera particular las múltiples violencias y vulneración de derechos a las que cotidianamente vivimos las mujeres en esta sociedad androcentrica patriarcal que a pesar de los avances en materia legislativa aun no se perciben cambios significativos en el ejercicio de la ciudadanía y en la superación de nuestra condición y posición en la vida de la sociedad colombiana; las mujeres seguimos relegadas del acceso a los bienes y beneficios del desarrollo.  En medio de estas realidades no habrá espacio, cabida para la paz. Sin justicia social, sin equidad no habrá paz.
Que esta semana de la Indignación permita habilitar espacios de encuentro para la discusión de los problemas de la ciudad, región y el país y la formulación de propuestas alternativas que abran nuevos caminos para la construcción de una paz duradera y sostenible. Las mujeres nos indignamos por la  histórica vulneración de todos nuestros derechos, por las cotidianas y naturalizadas violencias, que han llevado al aumento de los feminicidios en Colombia, por la utilización de nuestros cuerpos como botín  de guerra, por el despojo de nuestras tierras, por el modelo de educación sexista imperante en el país, por la discriminación de género a las que diariamente estamos sometidas y por la negación de nuestra condición como sujetas de derecho.  En esta jornada de indignación las mujeres nos agarramos de nuestros derechos PARA: des-pegar la violencia de nuestras vidas, construir PAZ en ciudades, regiones y país, defender nuestra tierra y territorio del capitalismo salvaje, construir un modelo de educación con equidad de género, para que  la libertad y autonomía sea realidad y la salud un derecho fundamental en nuestras vidas. 

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