PRIMERO DE MAYO 2012

CONFLUYENDO CONTRA TODAS LAS FORMAS DE EXPLOTACIÓN, EXCLUSIÓN Y MARGINACIÓN

Las mujeres colombianas abogamos por un mundo capaz de respetar las diferencias y las libertades de los seres humanos, donde desaparezcan las brechas entre poderosos y excluidos para alcanzar el reconocimiento de los derechos de los pueblos, como bien lo señaló nuestro Encuentro de Mujeres en el marco de la Cumbre de los Pueblos realizada recientemente en Cartagena, papel que hemos de asumir al lado de los trabajadores del país y el continente.

Si bien hemos avanzado en conquistas de derechos en los ámbitos de la vida social, económica y política del país; las mujeres aún somos el centro de la violencia, explotación, discriminación y marginación tanto pública como privada.

Las gestas libertarias por el reconocimiento de los derechos civiles, económicos, sociales, culturales y ambientales no han podido transformar la cultura patriarcal que durante siglos ha regido la vida y pensamientos de la humanidad. El sistema patriarcal se ha revestido de nuevas formas culturales propias de la lógica del capitalismo neoliberal para afianzar su dominio, perpetuar las inequidades, injusticias, despojos y trazar nuevas formas de explotación entre hombres y mujeres, donde la cultura del dominio se afianza y las ideas de transformación se convierten en potencial amenaza siendo blanco de exterminio.

Hoy La Confluencia de Mujeres para la Acción Pública invita a trabajadoras, trabajadores, amas de casa, estudiantes, población LGTB, desplazados, ciudadanía, desempleados/as a tejer entre todos y todas nuevas apuestas para hacer de Colombia un país soberano en paz y dignidad; a continuar nuestra resistencia tras la acción por la conquista de las transformaciones estructurales de todas las formas de explotación, exclusión y marginación. Haciendo un llamamiento particular al rechazo de la trata de mujeres, de la explotación laboral intensificada hacia las mujeres y la sobrecarga doméstica de la que somos objeto.

La Región Caribe debe estar a la altura de los retos que nos exige la historia ante la construcción de nuevas formas de ciudad, región y país libre de violencias y violaciones de derechos.

…”Un mundo nuevo surge hoy de la epopeya de la libertad, nutrida con sangre y con llanto y con tortura. Es un deber responder al llamado de la historia. Tenemos que hacer que Colombia responda. Cada vez son más amplios los horizontes de libertad, de justicia y de paz. Hoy como ayer, soy una soldado del mundo”…
                                                                                                 MARÍA CANO MÁRQUEZ, 1945

LAS MUJERES TRABAJADORAS, MUJERES TODAS, CAMINANDO LA PALABRA POR PAZ Y RESPETO A LOS DERECHOS