Confluencia de Mujeres, para la
acción pública, escenario de encuentro y articulación de mujeres organizadas y
no organizadas a nivel nacional, realizo con éxito en la ciudad de Bogotá su Asamblea
Nacional del 14 al 17 de noviembre del presente año bajo el lema, “Sin callar,
juntas por la paz”. Entre sus múltiples logros, sin lugar a dudas, lo más significativo, fue la acción de
Cabildeo Nacional realizada el 17 de
noviembre: “Trayectoria de las mariposas contra las violencias de las entidades
mañosas”, cuyo objetivo fue realizar
denuncia pública frente a los vacíos existentes en la ejecución de las
medidas de protección y de atención contempladas en la Ley 1257 del 2008 y presentar,
ante las autoridades competentes; Ministerio de Salud y Protección Social,
Procuraduría y Ministerio de Justicia, derechos de petición relacionados con
esta realidad.
El fuerte aleteo de la marcha en la trayectoria
de las mariposas se hizo sentir en la fría capital. Las mujeres participantes en su mayoría mujeres jóvenes, irreverentes organizadas, y bulliciosas lograron conformar un sólido grupo de más
de ciento cincuenta mujeres de diversas regiones de la realidad nacional, unidas y
a una sola voz; Mujeres afro-descendientes, indígenas, rurales, urbanas, mestizas
en un acto ejemplarizante de solidaridad y fraternidad en nombre de todas las
mujeres víctimas de violencias y feminicidios, llenas de entusiasmo, fervor y
ánimo en defensa de su causa, iniciaron su recorrido frente al Ministerio de
Salud y Protección Social, para luego culminarlo, en la Plaza de las Mariposas
en San Victorino en un acto cultural y lleno de de simbolismo, donde la mística fue uno de sus símbolos más
representativos de esta Confluencia de mujeres, quienes en conmemoración del 25 de
noviembre día internacional en contra de la violencia hacia las mujeres fueron las artífices y protagonistas de las acciones publicas llevadas a cabo el 17 de noviembre.
Confluencia de mujeres, para la acción
pública, en su campaña permanente por el derecho a Existir, Pensar y Decidir,
no sólo defiende y trabaja por el derecho a una vida digna, con todo lo que esto
implica: Trabajo, salud, empleo, paz, vivienda, justicia social, exige al Estado garantías
para vivir en el territorio sin temor ante el conflicto armado, social y
político que históricamente ha soportado y sigue padeciendo el pueblo
colombiano, sino que además lucha por la erradicación de cualquier
manifestación de violencia en contra de las mujeres, donde ser mujer no sea
sinónimo de vulnerabilidad, por eso el lema de este año 2015, “Sin callar,
juntas por la paz”, se constituyó en la
bandera de lucha que ha logrado caminar por territorios urbanos y rurales.
Durante la travesía las mujeres
participantes se movilizaron marchando en la búsqueda transformadora de éstas
realidades muy marcadas en nuestro país; lanzaron consignas, arengas y
entonaron canciones en las que desafiaron
el sistema capitalista patriarcal y las políticas inoperantes de la
institucionalidad en materia de protección de los derechos humanos de las
mujeres; el recorrido irradio sensibilidad y compromiso por la paz desde las
voces de las mujeres.
Luego de dos años sin reunirse se
experimentó en la Asamblea Nacional una dinámica más viva que nunca, el
acontecer de mujeres construyendo tejido social con ideales y sueños más
grandes que sus miedos al expresar con orgullo las banderas de luchas y
resistencias que les ha caracterizado en estos siete años de existencia, un
espacio incluyente donde las mujeres en su territorio y diversidad cultural, desde
la construcción del movimiento popular de mujeres se conocen y reconocen como
sujetas sociales y políticas capaces de trabajar con agendas propias y
colectivas en todas las regiones del país,
haciendo resaltar la importancia de la acción pública, por medio de la cual se pueda dar a conocer o visibilizar, las denuncias
y se logren acabar los hábitos y prácticas que pretenden mantener la exclusión,
opresión, discriminación, explotación y violencia que sufren las mujeres en el panorama nacional para
transformar esta realidad y lograr esos cambios estructurales que necesita con
urgencia la sociedad colombiana.
Por: Patricia Romero Erimee
Confluencia Atlantico.
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